Ya está aquí el nuevo curso… ¡Viva el cole de San Jorge!

El día 8 de septiembre dio comienzo un nuevo curso escolar. Aunque el profesorado ya llevaba trabajando algún tiempo, nuestros chicos y chicas todavía no habían llenado  nuestras aulas y pasillos. Este curso 2021/22 echaba a andar con un montón de ilusiones. Si el curso pasado constituía todo un reto adaptarse a la situación que imponía la pandemia, ahora ya no hay margen para tantísima incertidumbre. Nuestro cole, como todos los coles, son entornos seguros donde aprender y enseñar, donde venir a acompañar y dejarse acompañar por personas de muchos sitios distintos, por hablantes de muchas lenguas. 

Los primeros pasos de este curso los vamos a dar en un entorno distinto. ¡Qué gusto da entrar al edificio de Infantil y verlo todo recién pintado: los pasillos, las aulas de psicomotricidad y juego heurístico, los salones de clase..! Hasta el minipatio donde la chiquillería podrá pintar a sus anchas en la estupenda pizarra en que se ha convertido una de las paredes. Y a pocos metros de allí, el edificio de Primaria también luce su nueva cara: el vestíbulo y los espacios comunes de la planta baja, sus puertas y rodapiés, están pintados de color suave. Todo con la intención de crear un ambiente que acoja, que acoja mucho y bien.

El inicio del curso trae nuevos agrupamientos. Los nervios iniciales pronto quedarán atrás…

Quien camine por los aledaños del colegio percibirá que la verja de uno de los laterales del patio también está pintada de siete colores que simbolizan cada uno de los principios del aprendizaje dialógico de los que, de una u otra forma, dimos cuenta en las publicaciones del año pasado en este blog: diálogo igualitario, transformación, dimensión instrumental, creación de sentido, inteligencia cultural, igualdad de diferencias y solidaridad. Esta misma mirada igualitaria, solidaria y centrada en el desarrollo integral de las personas la encontramos en la Fundación Elkarte, entidad ubicada en San Jorge y a la que agradecemos de corazón que encomendara a su alumnado la tarea de dar color a nuestra verja. Por tanto, qué mejor que vivir esta nueva vuelta al cole dándoles a ellos las gracias lo mismo que al Ayuntamiento de Pamplona y a los distintos grupos de trabajo -pintores, albañiles…- que con tanta alegría y profesionalidad, han pasado el verano dando cumplimiento al sueño de tener un cole más bonito, que transmita armonía y serenidad desde la misma puerta de entrada. A ver cuándo podemos mostrar que antes de traspasar su umbral, nuestro patio ha dejado de ser un mero espacio de juegos deportivos y se ha transformado en un lugar lleno de mundos… Seguro que sí, que pronto.

En un primer paseo para conocer el edificio de los mayores, estos chicos y chicas de Primero visitan los despachos del cole.

Con la ayuda y el compromiso de todas las personas este curso daremos más fuerza a la inclusión educativa, haremos que las competencias clave cobren mayor importancia porque la educación primaria ha de garantizar que se adquieren los aprendizajes básicos que van a permitir que nuestro alumnado se capacite, se especialice y se profesionalice con los años. Mientras llega ese momento nos centraremos en ir construyendo los pilares en los que se sostiene la mejor educación posible: la lectura con sentido, la expresión vívida, la resolución de problemas de toda naturaleza, el pensamiento inquisitivo y crítico, las habilidades para el trabajo en equipo, el fomento de la curiosidad insaciable, la indagación personal sobre el propio talento… y el respeto profundo a todo el mundo.

Para llevar adelante el trabajo en las aulas, este curso continuaremos con la formación docente centrada en la creación de instrumentos de evaluación que ayuden a los niños y niñas a entender con más claridad qué tienen que aprender. Este desafío tan importante se basa en una evidencia científica aplastante: necesitamos que otras personas estén presentes en ese proceso, desde el comienzo hasta el fin, a través del diálogo igualitario que repare nuestros errores y alumbre posibilidades nuevas. Y qué mejor que aprovechar la inmensa riqueza cultural de nuestros niños y niñas y sus familias para lograr ese propósito.

Ya tenemos una pequeña colección de árboles, un arboretum de veinte especies de la Navarra húmeda. No pasará mucho tiempo antes de que se echen a dormir… 

La inclusión educativa, la atención a las competencias clave y el Modelo Dialógico de Prevención y Resolución de conflictos MDPRC van a centrar nuestra atención como escuela. El eje que da sentido es siempre el mismo: las relaciones entre las personas que dialogan y fortalecen así los lazos de amistad. De esta manera se entiende el Club de Valientes: como un espacio de expresión y de protección para los niños y las niñas y una oportunidad para que también crezcan en un ámbito seguro y visible  quienes aún no han aprendido a respetar el derecho –y el deseo– de todas las personas a ser bien tratadas.

Las experiencias tan satisfactorias acumuladas durante el curso anterior, la mediación con familias, los diálogos mantenidos con el alumnado que se ha visto envuelto en algún conflicto, lo mismo que la asignación de trabajos comunitarios a algunos chicos y chicas cuando ha sido necesario, nos hacen sentir que el dialógico es un camino sin retorno que ayuda a resolver mejor los conflictos -¡y lo que es más importante aún!- sin evitarlos, encarándolos, y también aceptando que el silencio sea una respuesta para quien aún no desea decir nada. Este tiempo de silencio, eso sí, ha de ser empleado por quienes sí se atreven a exponer asertivamente lo que ocurre, a que pongan palabras y animen y protejan a las personas menos acostumbradas a expresarse, a dar la cara por ellos, a meterse en su piel, denuncien lo ocurrido ante los demás y anuncien cómo se ha de mostrar respeto. La reflexión del claustro ha enriquecido la experiencia como centro que va a seguir plasmándose en la adopción de otras medidas complementarias como las asambleas de aula o el Botiquín Cordial, puesto en práctica por el Departamento de Orientación del colegio, que vincula lo vivido con lo nombrado –y que explicaremos en otra entrada de este blog–. Estas medidas son un buen ejemplo de la importancia del lenguaje en el manejo de las emociones y sentimientos íntimos y en el establecimiento de relaciones amistosas y duraderas entre las personas.

También el profesorado tiene su primer día. Las piedras del Botiquín Cordial nos invitan a poner ilusión y palabras para dar la bienvenida al nuevo curso.


Hablamos de cuidar el entorno, embelleciéndolo, y de seguir reflexionando sobre la importancia de las artes visuales y el lugar que ocupan en el cole. Pero este curso lo haremos también desde dos nuevos emplazamientos que estamos ultimando: dos aulas de Plástica donde nacerán pequeños, o no tan pequeños, proyectos artísticos que deseamos se queden en el colegio para embellecerlo y dar más valor a lo aprendido.  La responsabilidad de coordinar las acciones para que el interior del cole gane en armonía recaerá en un pequeño grupo de personas. También habrá una persona que se ocupará de la sensibilización ante el reciclaje y la reducción de desechos y de coordinar acciones que nos hagan más sensibles ante el evitable empeoramiento del medio ambiente, cuyo futuro depende de que los niños y las niñas ejerzan algún tipo de liderazgo, no solo en las aulas, sino también en sus hogares, aconsejando o incluso corrigiendo algunos hábitos familiares que castigan sistemáticamente nuestro entorno, como los excesos en el consumo general o, por poner un sencillo ejemplo, el empleo del papel de aluminio como envoltorio del almuerzo diario. 

Con la seguridad que nos da conocer bien la normativa anti covid y la certeza de saber que nuestro cole de San Jorge ofrece todas las garantías de salud y protección deseamos a toda nuestra comunidad educativa un…

¡¡¡FELIZ  CURSO  2021/22!!!

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