Solidaridad

Lograr el pleno éxito educativo requiere del compromiso y la solidaridad de todos los agentes educativos, dentro y fuera de nuestras aulas.  Por esta razón, necesitamos a todas las personas, a todas las asociaciones, los colectivos, las instancias gubernamentales… Con su colaboración, el aprendizaje se extiende a todos los lugares y nadie queda excluido. 

El buen aprendizaje precede al desarrollo, no sabe de fronteras y combate el miedo y la ignorancia con colaboración y tesón. Para superar el absentismo, el abandono escolar y la exclusión social es necesario contar con el mayor número posible de personas. Cuando toda la comunidad está involucrada solidariamente en un mismo proyecto resulta mucho más fácil transformar las dificultades en posibilidades, mejorando así las situaciones culturales y sociales de todas las personas.

El principio de la solidaridad y la convivencia. Ayudar a las demás personas es también ayudarse a sí mismo desafiando las falsas fortalezas que tenemos y haciendo visibles a quienes solo pueden vivir una vida más plena en el seno de una comunidad que acoja mejor, que sea más humilde y que asuma que quienes necesitan más ayuda también enseñan muchas cosas.