Valientes en el cole, valientes en la Literatura, valientes en la Historia

Desde hace tiempo estamos hablando de ser valientes, de que somos valientes cuando decimos lo que nos gusta y lo que no, cuando defendemos a quien lo necesita o cuando pedimos ayuda porque alguien no nos está tratando bien.  Han pasado  unos cuantos meses desde que echaron a andar los clubes de valientes. Muchas madres y padres ya habéis oído hablar de valentía en este colegio y de cómo trabajamos con entusiasmo para que cada día haya más personas valientes dispuestas a respetar y exigir respeto. Esto es bien importante porque la valentía nos trae la justicia y sin justicia nunca hay paz. Bien podemos, por tanto, celebrar la valentía cuando el mundo entero reconoce que sin paz el presente se destruye y el futuro se difumina. Para hacernos más conscientes de tales cosas decidimos que el pasado 31 de enero dedicaríamos el Día de la Paz a la valentía y la amistad. Llegaba el momento también de presentar a toda la comunidad escolar una obra artística en la que habíamos invertido mucho tiempo y una ilusión desbordante. Y es que el Árbol de la Amistad y los Buenos Tratos ya luce en el vestíbulo del centro, en medio de un espacio que hemos llamado Valientes en el Cole. El Árbol es una obra escultórica construida a base de papel, vacío y cartón por todo el alumnado del centro. Constituye el símbolo del sueño y el esfuerzo de todas las personas de nuestra comunidad educativa por sentirnos parte de un proyecto continuo de transformación que tiene en la amistad y la cooperación dos de sus pilares fundamentales.

En el vestíbulo del edificio de Primaria está ubicado el Árbol de la Amistad y los Buenos Tratos, y sobre él hemos colocado el Buzón de la Amistad. A su lado el panel Valientes en el Cole, destinado a destacar los comportamientos valientes del alumnado.

Además del espacio Valientes en el cole, hemos habilitado dos espacios más: Valientes en la Historia y Valientes en la Literatura. En realidad, los tres espacios forman uno solo, como uno solo es el objetivo que perseguimos: tratarnos bien siempre, en todo lugar, en todo momento.

  1. Valientes en el Cole: la importancia de la Comisión de Convivencia del colegio

Con objeto de visibilizar los buenos tratos y dar fuerza a los lazos de amistad en toda la comunidad educativa, especialmente entre el alumnado, hemos habilitado este Espacio de Valientes en el vestíbulo, donde se encuentra el Árbol de la Amistad y los Buenos Tratos, del que cuelga el Buzón de la Amistad para que el alumnado y cualquier persona de la comunidad educativa (familiares, profesorado, compañeras y compañeros no docentes) pueda enviar a quien lo desee mensajes de amistad. ¿Cómo hacerlo? Muy sencillo, rellenando una de las papeletas que se encuentran bien junto al Árbol, bien en las propias aulas.

Los mensajes de amistad que se escriban para el buzón tendrán un carácter de agradecimiento o felicitación por algo que haya sucedido y que tenga que ver con la valentía de haber defendido a alguien, de haber pedido ayuda en un momento que lo así lo requería, etc.  En todo caso, los mensajes se han de centrar en acciones valientes que hayan tenido como protagonistas a los niños y niñas del cole. Al alumnado le recordamos que a veces no encontramos el momento para agradecer a otras personas su apoyo cuando estamos tristes. Puede que, incluso, no nos atrevamos a darles las gracias por defendernos cuando más lo necesitamos, por jugar con nosotros cuando sentimos soledad, por interesarse de verdad en las cosas que nos ocurren… Es muy importante encontrar un momento propicio y darse esa oportunidad para decir algo importante. Por eso se les invita a tomar una papeleta, meditar despacio qué se desea escribir y hacerlo cuidadosamente, con letra muy clara y poniendo especial atención tanto en el propio nombre  como en el de la persona o personas a quienes se envía el mensaje porque con toda seguridad llegará.

A fin de animar a la participación, la  Comisión de Convivencia ha decidido que el último jueves de cada mes abrirá el buzón, revisará los mensajes para comprobar que todos contienen escritos los nombres de sus emisores y receptores y que no hay ninguno inapropiado para, a continuación, repartirlos por las aulas. Comenzaremos con esta actuación el 24 de febrero, jueves. 

La tertulia dialógica sobre el Club de Valientes entre padres, madres, profesorado y miembros de la Comisión de Convivencia tiene gran impacto en la convivencia. Estas tertulias van a seguir creciendo en número y participación.

Además, junto al Árbol de la Amistad y los Buenos Tratos, se ha colocado un expositor en el que daremos las noticias valientes que se vayan produciendo y que, preferentemente, tendrán como protagonistas a pequeños grupos de chicos y chicas o de clases enteras –¡por supuesto!– que hayan mostrado algún tipo de  compromiso con la buena convivencia, la defensa de otras personas y, en general, con los buenos tratos. Así, todo el colegio y la comunidad entera sabrá qué hechos son dignos de admiración, qué personas han dado un paso al frente para apoyar y respaldar a otras. Tan importante como reconocer esos hechos valerosos que le dan fuerza a la convivencia en San Jorge –y no solo en nuestro colegio– es saber que nadie nace valiente, que nos vamos convirtiendo en valientes paso a paso, cada día, y que por más que nos congratule el perdón, más nos gusta que quien nos ha agredido de alguna manera no lo haga nunca más. Sabemos, no tenemos ninguna duda, que poco a poco todo el cole verá su nombre escrito y su fotografía en Valientes en el Cole.

Un grupo de chicas y chicos de primero depositan en el buzón sus mensajes de amistad.

  1. Valientes en la Historia: aprendemos a elegir a quién admirar

En cada uno de los pisos del edificio de Educación Primaria hay un espacio que hemos llamado Valientes en la Historia: unos sencillos expositores rodantes exhiben tanto las biografías de distintas personas que constituyen todo un ejemplo para las demás, como sus fotografías y un elenco de frases que las hicieron famosas por su lucidez y sinceridad. Dichas personas jamás se han distinguido por no equivocarse, sino por comprometerse valientemente con la mejora del mundo en que vivimos. Aunque son innumerables, el profesorado eligió el pasado curso un pequeño grupo de ellas. Hay más, muchísimas más que las chicas y chicos  irán conociendo en esta escuela y a lo largo de su vida. Recordamos que ninguna de ellas nació valiente, sino que se convirtió en valiente, que contribuyó a transformar el mundo con muchas dificultades, que debió ser paciente y tener altas miras, que se distinguió por su gran capacidad de trabajo y que siempre, siempre buscó con confianza el bien común. 

Malala Yousafzai y Rigoberta Menchu, dos mujeres que tienen mucho que enseñarnos.

Como los paneles son móviles se podrán llevar a las aulas cuando sea necesario, aunque eso suponga cambiarlos de piso. Además, toda la información está disponible en el drive del colegio para que la tutora la utilice siempre que lo estime oportuno. 

Este grupo de personas del que ya están aprendiendo las chicas y chicos del colegio está integrado por Anne Sullivan, Malala Yousufai, Rigoberta Menchú, Rosa Parks, Martin Luther King, Keith Haring y Juan de Dios Heredia. A excepción de la primera de ellas, Anne Sullivan, de quien aprenderemos un montón en Educación Infantil, el resto de ellas serán estudiadas en Primaria: Malala en primero, Rigoberta en segundo,  Rosa en tercero, Martin en cuarto, Keith en quinto y  Juan de Dios en sexto. No cabe duda de que ver sus fotografías y sus vidas resumidas en los pasillos excitará su curiosidad y empujará a toda la comunidad a saber más de estas personas, del mundo que les tocó vivir, de los avatares de su vida personal. 

El Día de la Paz de este año 2022 colocamos en el Árbol los mensajes que un año antes habíamos escrito para conmemorar el mismo día en 2021. Siempre hay que esperar para ver los frutos…

  1. Valientes en la Literatura: los héroes y las heroínas literarias no se pasan de moda

Junto a los expositores de los personajes históricos hemos dedicado un mural a las obras literarias que estamos leyendo en las clases o, más bien, a lo que de valiente tienen quienes protagonizan esas obras de valor universal que todo el alumnado lee cada semana para realizar la tertulia literaria. Nos explicamos: en el mural Valientes en la Literatura hemos colocado un conjunto de círculos donde los chicos y chicas irán anotando qué frases del fragmento acordado para la tertulia  quieren destacar porque ejemplifican el espíritu valiente de alguno de sus personajes. Seguro que no será difícil ver en ellas y ellos su valor o gallardía. Además, esos círculos tienen otra función: recoger algún pensamiento que, tras la lectura o el debate del aula, cualquier chico o chica haya compartido con el resto y que lo relacione con el hecho de ser valiente o con cualquier circunstancia que nos haga pensar en las relaciones personales que se basan en la empatía o el compromiso sincero con los demás. 

Los círculos naranjas del mural ya recogen frases y pensamientos valientes de la tertulia dialógica. Hay más esperando los textos del alumnado, de todo el alumnado.

Con la frecuencia que determine la tutora responsable de la tertulia, algún alumno o alumna se encargará de redactar en uno de los círculos del mural la frase o el pensamiento pertinente.  Justo debajo del lugar destinado a los círculos, en el mismo mural, hemos colocado un Banco de Frases donde hay dos tipos de cartulinas: unas llevan escritas frases que nos ayudan a reflexionar sobre la buena convivencia: qué significa ser valiente, qué es eso de tratarse bien o cuál es el valor de la amistad; otras, en cambio, están en blanco para que que el alumnado escriba alguna frase que contribuya a mejorar la relación entre las personas de nuestro colegio. ¿Qué haremos con ellas? Quien lo desee podrá cogerlas y colocarlas donde quiera. Pasado un tiempo se podrán sustituir por otras. Fácil.

Una alumna anota una frase que entresacó del texto de la tertulia. A su izquierda los tres comportamientos «valientes» del cole.

Valientes en el Comedor: aprendemos a convivir en todo el centro.

Así mismo, informamos con gran satisfacción de que en el comedor se ha creado un lugar llamado Valientes en el Comedor, donde el alumnado encontrará papeletas para escribir sus mensajes de agradecimiento a otras compañeras, compañeros o personas adultas de la comunidad. Las profesionales que atienden el comedor cada día saben de la importancia de que el colegio entero comparta y visibilice el mismo propósito que se persigue cada día en las aulas: la buena convivencia a cualquier edad es tan importante como la adquisición de aprendizajes académicos. La encomiable labor que se está llevando a cabo en este espacio y el vínculo que existe entre sus responsables, el profesorado y el equipo directivo facilita que se logre este objetivo. Como se aprecia en la fotografía que sigue al texto, las mismas papeletas de la amistad que están en las aulas y en el Árbol también se encuentran en el comedor.

En primer plano, a la izquierda, se puede ver el espacio Valientes en el Comedor. Como símbolo del mismo, un hijuelo del Árbol de la Amistad y los Buenos Tratos.

Para finalizar esta entrada, recordamos que el trabajo de convivencia del centro tiene como eje vertebrador el Club de Valientes, una forma de concretar el Modelo Dialógico de Prevención y Resolución de Conflictos que lleva la atención a aquellas personas que tratan bien a las otras. Así se explica el nacimiento de estos tres espacios del colegio y la laboriosa  construcción del Árbol de la Amistad y los Buenos Tratos, punto de arranque y, al mismo tiempo, símbolo de una transformación tan cordial como exigente, que invoca la participación de todas las personas de nuestra comunidad educativa. 

¡¡¡Aúpa valientes!!!

Santa Águeda 2022

Las costumbres y tradiciones que compartimos las personas y que dan carácter y sentido a lo vivido en comunidad nos definen. Cantar juntos, lo mismo que bailar o expresar cualquier cosa que hayan hecho antes nuestros mayores nos empuja a seguir de su mano, teniendo presente que en ocasiones la originalidad, el sello individual, no es tan importante como participar de algo que mucho antes que a nosotros emocionó a tanta gente en tantos lugares.

El día de Santa Águeda se vive también en nuestro colegio. Este año, un pequeño grupo de chicos y chicas nos recuerda la tradición de cantar las canciones típicas de tan señalado día y lo hace asumiendo lo que deja bien claro la LOMLOE, la nueva ley educativa: que hemos de reconocer y respetar los patrimonios culturales y artísticos de las personas de la comunidad educativa, y que todo el alumnado debe conocer e interpretar las expresiones artístico-culturales de sus propios centros para enriquecerlas: pintura, escultura, arquitectura, cine, teatro, danza, fotografía, literatura o la misma música que engrandece esta fiesta de Santa Águeda.

Para el mundo educativo uno de sus mayores retos de futuro es hacerse más consciente de la enorme riqueza cultural que atesoran los centros escolares,  como el nuestro de San Jorge, tan particularmente rico en lenguas y culturas.

Al igual que la festividad de Santa Águeda, nuestro colegio  es también tradición en el barrio y en Pamplona. Las raíces del cole se hunden en medio mundo: el corazón de África, América, Asia y Europa palpita en nuestras aulas y pasillos. El reto que tenemos por delante es claro: hacerlo más y más sólido apoyándonos en la tradición, la ética y la diversidad cultural y más audaz y solidario de la mano del diálogo, el conocimiento y la ciencia.

 

¡Cómo nos alegra que 115 familias ya sean socias de la APYMA del colegio!

Siempre es un placer dar buenas noticias. Y vaya sí lo es haber llegado este curso a las 115 familias socias de la APYMA, 115 familias que han depositado su confianza en la gestión y compromiso de un grupo de personas que entregan su tiempo para hacer feliz a nuestro alumnado y avivar sus aprendizajes más allá del horario escolar. Como el profesorado, la Asociación de Padres y Madres trabaja día a día con una aspiración que da carácter y sentido a nuestra escuela: hacer de ella un lugar donde todas las personas aprendamos a tope y estemos muy, muy a gusto. Cuando mencionamos expresamente a todas las personas, lo hacemos porque no solo hablamos del alumnado. Sus familias -padres, madres, tíos, abuelas…- también han de tener su lugar en una escuela que brinda esa oportunidad con fuerza y convicción crecientes. Que algunas personas no hayan tenido esa posibilidad en otros tiempos y lugares no ha de ser obstáculo para que vivan el cole desde dentro, que es donde queremos a las familias: construyendo un lugar mejor, de mayor nivel académico y social, más tolerante y democrático, que responda mejor a los desafíos de la sociedad actual, que se haga grande desde el reconocimiento de quiénes somos, de dónde venimos y forje su identidad derribando las barreras que nos separan.

Las familias son el primer entorno conocido por los niños y las niñas. Cuanto más cerca estén del colegio, mucho mejor.

     En nuestra escuela la APYMA desempeña una labor muy importante. Su trabajo voluntario, sin recibir otra recompensa que no sea la satisfacción de colaborar en el proyecto educativo del centro, ofrece la posibilidad de disfrutar mucho con las actividades que se realizan y demanda, eso sí, un poco de tiempo para organizarlas. De ahí que cuantas más manos se sumen a las tareas programadas mucho mejor. Este trabajo de la APYMA ha permitido organizar este curso 21/22 las siguientes actividades extraescolares: aikido, taekwondo, artes plásticas, árabe y gimnasia rítmica, cuya información está disponible en este mismo blog.

     ¿Para qué habría de participar una familia en la APYMA? Entre las muchas razones que explican dicha participación destacamos las siguientes:

  • Para sentirse parte activa de la vida escolar.
  • Para ahorrar alguna cantidad de dinero en las actividades que organiza.
  • Para impulsar la transformación del centro desde dentro.
  • Para enriquecer al colegio desarrollando los siete principios del aprendizaje dialógico y, muy especialmente, uno de ellos: la inteligencia cultural, es decir, reconocer y fomentar las distintas habilidades de todo tipo que tienen las personas que forman nuestra comunidad educativa.

     Lograr estos objetivos solo es posible con trabajo continuo y compartido pero, sobre todo, con mucho amor al colegio. Así se explica. En el cole pasan muchas cosas valiosas. No obstante, para que sigan pasando necesitamos que más personas se sumen a las labores que realiza la APYMA, como son la organización del festival de navidad, los carnavales, la fiesta de fin de curso, la elaboración del calendario anual con las fotos del alumnado, etc. Todas estas labores demandan mayor participación familiar aunque no son las únicas porque la APYMA  también participa en distintas comisiones de coordinación del barrio y se coordina con las APYMAS de los otros centros escolares de San Jorge. No menos importante es el hecho de que también toma parte de la Comisión de Convivencia del colegio junto a representantes del profesorado, comedor, Orientación, el equipo directivo y la promotora escolar, que este curso 21/22 se ha unido al centro para impulsar la convivencia y estrechar el vínculo entre el centro y las familias. En las sesiones semanales de los jueves la Comisión de Convivencia profundiza en aspectos que mejoran de distintas maneras el día a día en el cole, también llevando a cabo tertulias dialógicas sobre textos de carácter científico que abordan, por ejemplo, el Modelo Dialógico de Prevención y Resolución de Conflictos, que inspira y justifica la adopción del Club de Valientes, amplísimamente extendido en nuestro centro.

     La forma de participar en la APYMA del colegio es bien sencilla: haciendo una aportación de 15 euros por familia y curso ya se es miembro. Poco importa si en la familia hay un niño, dos, tres o más.  En otras palabras, el precio es fijo. Y no varía porque es, desde luego, un precio muy módico. Como centro estimamos muy oportuna dicha cantidad que beneficia a las familias y fomenta la participación de todo el mundo.

Antes de Navidad, Su Majestad Melchor y Olentzero fueron invitados por la APYMA para hacer la visita tradicional al colegio. Las mascarillas, como debe ser, en su sitio.

     La incorporación de las familias a la APYMA anima a otras personas a tomar parte, aunque no se haya participado con anterioridad en ella. Es un hecho que se necesitan ideas nuevas, más propuestas de actividades, visiones más profundamente educativas que a veces pasan desapercibidas. Todo ello sin perder de vista que los niños y las niñas cuyas familias participan activamente en la escuela se benefician siempre ya que sienten que sus padres y madres pertenecen al lugar donde ellos van cada día a aprender. Y esto es impagable.

     Somos un centro que acoge a treinta y dos nacionalidades distintas. La diversidad no es un fin. Ser de aquí o de allá no agota la realidad de ser personas; es solo un punto de partida, un comienzo. El destino, el lugar adonde se llega, no se vislumbra fácilmente cuando hay tanto que recorrer, tanto que avanzar, si no se dispone de un mapa que nos marque el camino. Pero es que en un mundo tan complejo como el actual ha de haber muchas personas distintas que contribuyan a marcar ese itinerario y nos adviertan del lugar dónde se encuentra el siguiente escollo, el invisible recodo en el camino que puede doblegar la voluntad de seguir. Cuando los chicos y chicas ven a sus familias cerca de la escuela, cuando les ven participar y hablar de ello en casa se estrecha la relación con la escuela, lo que tiene un impacto radical en el aprendizaje de los niños y niñas. ¿No merece la pena, por tanto, participar más con la APYMA y, de esta forma, con el colegio?

Participar en la APYMA es sencillo. Cada quien aporta lo que sabe, lo que puede, lo que quiere para darle brillo al colegio y a lo que ocurre en él. La Navidad es un buen momento para arrimar el hombro.

     Queremos a las familias apostando fuerte por un centro educativo que valora la transformación dialógica, que confía en ella como gran motor de cambio de la sociedad: aunque la pandemia ha retrasado su implicación en las aulas se acerca el momento de que las familias participen en actuaciones educativas de éxito identificadas por la comunidad científica internacional:  las tertulias literarias dialógicas y, especialmente, los grupos interactivos.

     Los familiares y el alumnado del centro profesan distintas religiones,  pertenecen a diferentes pueblos y etnias, hablan muchas lenguas que dan forma a un crisol cultural que representa la gran riqueza del colegio y, por tanto, del barrio.  Sin embargo, no nos conformamos con su mera presencia en el colegio.  Deseamos que participen activamente y que, como el profesorado y el alumnado, aprendan en la interacción constante con todas las personas de la comunidad educativa. 

Qué detallazo, APYMA, repartir el diploma que acredita que nuestros chicos y chicas superaron con éxito un curso 20/21 complicado, muy complicado. ¡Enhorabuena!

     Esta escuela, y la APYMA tiene un papel clave en ello, proporciona espacios de participación familiar creciente, tiempos para el diálogo sobre la convivencia y el Modelo Dialógico de Prevención y Resolución de Conflictos, que contribuyen a lograr los mejores aprendizajes y a comprendernos mejor.

Hablar en un entorno seguro, libre y comprensivo ayuda a pensar en claves distintas, nos ayuda a abrirnos a  realidades diferentes a las nuestras. Sabemos que lo mismo que la lectura de un libro y su comentario cambia nuestras conexiones cerebrales (de hecho, es lo que provocan las tertulias literarias dialógicas que hacemos en todo el colegio), también modifica la estructura de nuestro cerebro escuchar con atención los argumentos que pueden esgrimir otras personas nacidas tal vez en lugares lejanos o que tienen experiencias de vida muy diferentes a las nuestras. Poco a poco, a medida que vayamos dejando atrás estos tiempos aciagos de pandemia, la participación familiar irá adquiriendo una mayor relevancia. Para lograr este objetivo que perseguimos como cole –y que debiéramos perseguir todos los centros educativos–, contamos con la APYMA. Con la APYMA al lado, todo es mucho mejor y más fácil. GRACIAS.

 

¡¡¡Feliz vuelta al cole!!! ¡¡¡Feliz año 2022!!!