Ahora que ha llegado octubre comenzamos a reflexionar sobre las cosas importantes que suceden en nuestras aulas. Lengua y Matemáticas son, no hay duda, materias que tienen una enorme relevancia en la escuela. Hoy nos detendremos en dos actuaciones importantes que tienen que ver con ellas.
Tiempo de lectura simultáneo en todas las aulas
“Comenzamos el tiempo de lectura…” Con esta consigna en la voz de una alumna de sexto anunciamos por megafonía los 20 minutos en los que el silencio se hace dueño de todo el cole. El curso pasado ya había tiempo diario dedicado exclusivamente a la lectura pero este 2024/25 hemos tomado la decisión de que el alumnado lea a la vez en todas las aulas. Así hemos comenzado.
Siempre que afirmemos que algo es importante, habremos de dedicarle tiempo. Si no lo hacemos, los niños y las niñas aprenderán que no lo es por mucho que de palabra lo reiteremos. Y es que la lectura es un aprendizaje imprescindible. Innegociable. Es un camino ineludible para aprender y comprender el mundo. También para transformarlo. Va mucho más allá de la habilidad para saber simplemente qué dice un texto. Esta medida del tiempo compartido de lectura seguirá en el colegio y esperamos se extienda a todos los entornos donde crece la infancia -también en nuestros hogares si en ellos no se lee demasiado, por supuesto-.
Sabemos que el éxito académico viene tanto de la calidad de las conversaciones que los niños y niñas escuchan, como de la mano de la lectura de textos largos, de complejidad creciente. Esta razón explica que este colegio apueste por la lectura de textos clásicos universales leídos por millones de personas en tantos lugares a lo largo del tiempo. Y porque constituyen un vínculo de unión con personas con las que construir una historia común, la de la humanidad. Leer en comunidad convierte este sueño en objetivo.
Caja de problemas
La caja de problemas es un recurso educativo que está disponible desde este curso en todas las aulas para desarrollar la competencia matemática a través del diálogo y el acceso a materiales sencillos que nos servirán para aprender. Un investigador de gran impacto llamado Jerome Bruner puso palabras de científico a lo que la experiencia ya había enseñado a todas las madres: que los niños y las niñas necesitan tocar, coger y dejar objetos, colocarlos de una y mil maneras. Esto permite representar problemas, muchos de ellos, la mayoría podríamos decir. Toda suerte de profesionales de la educación hablan de manipular. Manipular viene de manus ´mano´ y plere ´llenar´. Por tanto, manipular es algo así como llenarnos las manos con cosas, con todo aquello que puede cogerse o transportarse. ¿Tan importantes son las manos, entonces? Lo son. Sin discusión alguna. Y si no, pensad en cuántas palabras tienen en mano su origen. Aquí van un insignificante número de ellas: manejar, manera, manga, manual, manopla, maña, maniobrar, manso, mandar, encomendar, manivela, manojo…
La caja contiene documentos de diferente tipo: uno para facilitar la evaluación del alumnado; otro para hacer visible qué tipos de problemas se han de aprender a resolver, además de una clasificación que facilita la tarea docente. Por otra parte, hay una colección de tapones de distinto tamaño, regletas de colores, tres tipos de cartulinas, pinturas y una cinta métrica. Todo con un único propósito: favorecer la representación que nos llevará a la comprensión y resolución del problema empleando números y realizando operaciones matemáticas más y más complejas.
La caja de problemas es un recurso que nos sirve en San Jorge fundamentalmente en dos momentos clave: durante los grupos interactivos semanales y siempre que haya docencia compartida en el aula, es decir, cuando dos maestras trabajen simultáneamente con el grupo. El hecho de que la caja contenga un buen número de problemas enunciados facilita la preparación de las actividades sin perjuicio de que el profesorado añada los que estime oportuno.
Una invitación, familias
En este blog tratamos muchos temas que nos ocupan a diario en las aulas y fuera de ellas. Sin embargo, tal vez no hagamos una cosa con suficiente insistencia: invitaros expresamente, familias, a que charléis sobre su contenido con las tutoras, con el equipo directivo, con todo el profesorado. Aunque muchas veces el día a día impone su vertiginoso ritmo, podríamos anticiparnos a intereses que antes o después se nos presentarán. Este el sentido profundo de las tutorías. Ahí estamos el profesorado, para aclarar lo que no se entiende bien, para dar sentido a lo que transforma.
¡Y que brille San Jorge!