En el colegio se aprenden muchas cosas distintas. Cuando leemos, cuando escribimos, cuando emprendemos tareas nuevas y sentimos el desafío de lo que aún no sabemos… Cuando hacemos todo esto nos volvemos más competentes. De algunas de esas cosas vamos a dar cuenta en esta nueva entrada al blog. En esta ocasión vamos a ocuparnos de lo que el aula de 3º C viene trabajando desde hace tiempo. Hace nada, a comienzos del mes de octubre, 3°C comenzó a realizar dos talleres distintos: el de cocina y el de reciclaje.
La cocina: un laboratorio cotidiano
Todas las semanas en el aula de 3º C se reúne diferente alumnado, tanto de 3º como 4º, para hacer una actividad compartida que todo el mundo disfruta y valora muchísimo. Y lo pasan muy bien porque dialogan para aprender, se acompañan, se ayudan mutuamente y experimentan –porque sí, cocinar también es experimentar– de una manera diferente a como lo hacen en sus aulas de referencia. Cada tarea que se propone constituye una invitación al alumnado a relacionarse con los demás de una manera particular, única.
La de cosas que pasan entre pucheros… Y es que en el taller de cocina, además de manipular alimentos, aprendemos el vocabulario de los ingredientes que cocinamos, llamamos por su nombre a lo que hacemos con las manos, al menaje que empleamos. Y claro, también leemos y escribimos: nada escapa a la lista de la compra. Nos volvemos más y más hábiles manejando cantidades distintas, midiéndolas, explorando formas, manejando el dinero… Todo un mundo de aprendizajes que también nos sirven para conectarnos con la vida del barrio y sus tiendas. Porque la cocina nos da mucho. Menuda suerte disponer en el colegio, en nuestra querida Casa de Tomás, de una cocina como la que tenemos, tan espléndidamente montada.
El taller de reciclaje: compromiso con el mundo.
Anunciábamos al comienzo de esta entrada que en 3°C también dedicamos tiempo al cuidado de nuestro mundo. Porque en el fondo ese es el propósito del Taller de Reciclaje. ¡Cuánto hemos mejorado nuestras habilidades para reciclar en el cole! No nos olvidamos de insistir en que hace algunos años ya consensuamos un documento más que útil que explica claramente cómo se organiza todo.
En el tiempo semanal que le dedicamos nos encargamos del reciclaje de toda la segunda planta del edificio de Primaria separando papel, cartón, plástico y vaciando los cubos de orgánico en la compostadora que se encuentra fuera del cole, que es donde culminamos todo el proceso. Al igual que a las personas, al mundo hay que tratarlo muy bien. Es nuestra casa. Así nos mejora la vida. Pero no lo lograremos sin la acción: el primer paso será reducir el consumo; reusar lo usado, el segundo; y, por último, reciclar.
En el cole de San Jorge damos especial valor a 41 competencias que nos sirven para dar sentido a lo que tenemos entre manos. Cocinar, como ocuparse de los residuos eficazmente, son aprendizajes que exigen poner en práctica habilidades que nos llevan a desarrollar competencias. Hablando de competencias comenzábamos esta entrada –en negrita hemos resaltado algunas, importantes todas–. Y ahora que estamos a punto de acabar nos volvemos a referir a ellas compartiendo el cuadro general que tenéis aquí debajo. Llevamos trabajando con este documento mucho tiempo. Padres, madres, familias: echadle un vistazo porque ahora es más importante que nunca tener muy claro hacia dónde caminamos como escuela.
Propuestas educativas como el taller de cocina y el de reciclaje tienen pleno sentido para nuestra comunidad escolar porque queremos los mejores aprendizajes para todo nuestro alumnado. Aspiramos a dar lo mejor y a mostrarlo mediante las entradas de este blog porque lo mejor siempre se logra teniendo a las personas cerca, muy cerca, reflexionando sobre lo vivido, y viviendo de la mano de la mejor investigación que demuestra que la inclusión efectiva es el mejor de los caminos.
¡Y que brille San Jorge inclusivo!